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martes, 15 de marzo de 2011

Nuevo blog sobre Periodismo de Guerra

http://entierrahostil.wordpress.com

NO dudéis en visitarlo... cualquier comentario, crítica o demás, será bien recibido!

viernes, 31 de diciembre de 2010

...última entrada del año...

Antes de comenzar debo admitir que la Navidad no me apasiona. Será el cansancio tras un año frenético, la afluencia de las masas en Madrid, la carga emocional que esta época conlleva, o tal vez, las tres cosas a la vez. Aquellos que me conocen -en cierta manera, pues ni yo misma sé quién soy- me dicen que esto me pasa porque en el fondo soy muy sentimental. Bueno, digamos que tienen razón: en lo que se refiere a cuestiones emocionales me gustaría poder comportarme de cierta manera ”borreguil”. Dentro de unas horas diremos adiós a un 2010 cargado de vivencias. Creo que este es el cuarto o el quinto borrador. La inspiración que tantas veces ha sido mi cómplice me ha abandonado, me ha dejado sola entre nubes cargadas de dudas. Quizá sea porque escribir sobre otros parece una tarea más fácil que hacerlo sobre uno mismo. Mi cabeza es un hervidero. Los recuerdos fluyen por entre mis circuitos neuronales a la velocidad de la luz. Frío. Frío. Frío. Finalmente acabo por romper a llorar. “Nunca se me han dado bien las despedidas” diría, llegado a este punto, el protagonista de una de tantas obras. Con el maquillaje cuarteado y el rostro lavado en lágrimas caigo en la cuenta de todo aquello que he vivido a lo largo de estos 365 días. Una sonrisa ilumina lai habitación: las discursiones sobre un tema tan importante como es la trama de Bob Esponja; la fiesta sorpresa que mis amigos organizaron por mi 18 cumpleaños -¡gracias Ikram!; mi primer discurso en público; mi graduación; el viaje a la Toscana; los Mukkis de la Coop; las noches a orillas del Arno con un Mojito en cada mano y las consecuentes resacas; Nico, el Chulo y el playboy -casado- que espero siga esperándome en Florencia; esas clases a las nueve de la mañana después de haber dormido dos horas apenas; mi experiencia en el control policial suizo; el sol de Tenerife -y los tinerfeños-; mi primer día en la universidad -y el segundo, y el tercero...- mi primera lección de serbio; el concierto en primera fila del mejor grupo -del mundo mundial-; el reencuentro con personas que pensabas haber perdido para siempre...

31 de diciembre. Último día del año, noche de cenas, de uvas, de cava, de langostinos, de bingo, de chocolate con churros. Noche de sonrisas, de lágrimas, de silencio por todos aquellos que nos dejaron, de brindis por los que están por venir. Noche de noches. Hacemos repaso de todo cuanto hemos vivido en este último año, año que, al igual que el moribundo, se aferra a las pocas horas que le quedan de vida. Recordamos los buenos momentos, los malos, las veces que hemos dado gracias a la vida... pero también aquellas en las cuales, lo único que queríamos era desaparecer sin dejar rastro... y poco a poco nos vamos adentrando en una maraña de pensamientos, pensamientos que en algunas ocasiones llegan a romperte en mil pedazos el alma.


En este 2010 he aprendido muchas cosas...


...que nada es capaz de proporcionar el bienestar que consigue la auténtica amistad...


...que el Yo, en ocasiones, también es plural...


...que por mucho que la vida te tire al suelo y te pisoteé, has de levantarte mil y una vez...


...que un abrazo apacigua el dolor...

...que un beso, de cualquier tipo, te hace olvidarlo...

...que una lágrima tiene voz propia...

...que sonreír es el arte de la vida..
.


Sin embargo, de todo lo aprendido, me quedo con una única cosa... Los buenos momentos que he pasado con algunos de vosotros.

¡Feliz 2011! =)

jueves, 25 de noviembre de 2010

...el dulce sabor de vivir...

Estimados lectores:
Como terminarán por comprobar tras la lectura de las siguientes líneas, la receta de esta semana no se puede equiparar a ninguna otra. Sin dejar de lado los fogones, "la empresa que hoy nos atañe -dicen aquellos que han profundizado en la materia- no es sino una de las más difíciles y peligrosas de elaborar" Para tal experiencia necesitaremos:
  • 100 gr de imaginación
  • Unas gotitas de desamor
  • 25 gr de locura
  • 50 gr de genialidad
  • 2 gotitas de belleza
  • Para adornar: un ligero toque del glaseado de la frustración

En primer lugar y para dar comienzo a su elaboración, necesitaremos de usted, querido lector, una alta dosis de imaginación que le permita paladear tal delicia sin par. A continuación, hágase con un recipiente metálico donde verterá unas gotitas de desamor. Mientras esté ejecutando este paso, abra su mente y deje que la peculiar fragancia de dicho elixir invada hasta el último de sus hálitos, que perfume sus entrañas, que arrastre aquellos recuerdos que un dia decidió encerrar en un oscuro rincón de su memoria: el primer beso, los te quieros vacios de significado, las caricias que se prometieron eternas, los sueños, las promesas... No se extrañe si, de repente, una neblina le sacude la vista. No tenga miedo. Unos instantes después sentirá como una lluvia de lágrimas nacaradas hace evaporar nuestro primer ingrediente.

Tras haber esperado unos 60 minutos, proceda al tercer paso. Eche en otro recipiente 25 gramos de locura y 50 de genialidad. Bata bien y preste atención para que no quede ningún grumo. Una muy buena idea sería edulcorar tal masa compacta con dos gotitas de belleza. Antes de continuar, retome sus instintos infantiles, aquellos que le impulsaron a introducir sus deditos mugrientos por el barro en la tarta de su madre, y deleítese con el resultado. Por su retina se sucederán una serie de imágenes de gran viveza cromática y de un sabor... -umm, ¡qué sabor!- tan dulzón como aquel del almibar: el inicio de las clases, las noches de juerga con los amigos, la entrada en la universidad, su primer empleo, aquel viaje de fin de carrera que se le escapó de las manos, el nacimiento de su primer hijo, y del segundo, y del tercero, las tardes lluviosas en compañía de aquel ser especial... Probablemente -y anticipándose a todos sus pasos- ante tal sacudida de sensaciones lo primero que haga sea revisar si todos los ingredientes están en óptimas condiciones; pero no se asuste querido amigo, no se asuste, es simplemente un indicio de que lo está haciendo bien.

El postre ya está casi preparado; sin embargo, vamos a darle un último toque, un toque personal. Saque de su frigorífico el viejo bote de la frustración y dibuje sobre la masa una carita sonriente. Ríase de todo, de aquellos con los que ha tropezado en su camino y con los que no desearía volver a encontrarse, de todos esos momentos en los que deseó desaparecer de la faz de la Tierra, y por último, ríase de usted mismo. Si ha seguido correctamente todos los pasos anteriores, pronto obtendrá el fruto de su esfuerrzo: su propia vida se habrá convertido en la mejor y en la más bella de todas las obras de arte que haya podido imaginar jamás. Finalmente, permítame un último consejo. Recuerde: "A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un sólo instante"


viernes, 22 de octubre de 2010

...si yo te miento, tú lo haces mejor...

Cómo diría aquel, "son aquellas pequeñas cosas que te sonríen tristes y que nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve"

Por desgracia, tú eres una de esas cosas.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

...siempre pensé que llegaría el día en que arreglaríamos todo...pero no fue así...

Al 90% de la población mundial le gusta el chocolate. No, no es algo científicamente demostrado, es simplemente mera intuición femenina.  A unos les gusta el chocolate a la taza, estilo Patatín (disfrazaremos las marcas pues no pienso hacer publicidad gratuita) a otros, esos bombones que te proporcionan un orgasmo de placer tan intenso que ríete tú del éxtasis de Santa Teresa.  Los más cool apuestan por cubrir sus hermosos torsos con tan apetitoso ungüento... en mi barrio directamente se lo fuman.

Sin embargo, henme aquí, queridos señores míos - de ahora en adelante pondré también señoras no vaya a ser que éste humilde blog se llegue a hacer tan famoso en la blogosfera que vaya a entrar la Ministra de Igualdad y tengamos el lío montado- yo soy la excepción que confirma la regla...

Pero, si no te gusta el chocolate -podríais pensar- ¿qué es lo que te llena en tus días de vacío existencial? Podría contestar de manera irónica -¡Dios! ¡Cómo me está costando no hacerlo!- pero cómo bien defendería Simmel, prefiero no desvelar todos mis encantos de una sola vez pues de hacerlo perdería la gracia.  En fin, vamos a lo que vamos.  Retomemos la pregunta... ¿qué es lo que te gusta, oh pequeña Miss S? 

Miss S tiene cuatro pasiones:

- Hombres

- Italia

- Balcanes

- Baloncesto

Me encanta pensar lo extraña que resulta dicha conjunción, pero en el resultado de todas se haya parte de mi esencia.

El motivo de esta entrada no se basa en mi persona. Ayer por la noche, me atiborraba de esas dulces pastillas de información deportiva que desde hace años se han convertido en mi principal droga cuando de repente mis ojos se detuvieron en un vídeo.  Un vídeo que es algo más que un vídeo. Divac y Petrovic. Petrovic y Divac. Dos vidas truncadas mucho antes de la prematura muerte del gran genio croata, dos vidas truncadas por la cruenta Guerra de los Balcanes.  Dice Divac algo como que una amistad cuesta años cimentarla pero se bastan de unos cuantos segundos para derrocarla.   

Y ¿a qué viene ésto? Muy sencillo. Pude comprobar como una de las cosas que sustenta mi vida llegó a desmoronarse llevándose consigo la existencia de todo un pueblo, acarreando unas consecuencias que todavía hoy, desgraciadamente, perduran.

Gracias a la historia de Vlade y Drazen nos topamos de lleno con uno de los episodios más aberrantes no sólo a nivel europeo, sino también mundial, del s.XX, el siglo de las grandes vergüenzas bélicas.

Desde aquí, mi homenaje a todas las víctimas de semejante atrocidad.

Va por vosotros

http://www.timesonline.co.uk/tol/news/world/europe/article6955244.ece


lunes, 27 de septiembre de 2010

...quieres que hablemos a corazón abierto, entonces me gustaría hacerte una pregunta...


...¿Cuánto tiempo habrá durado tu historia de amor más larga?...¿dos, tres, cuatro, cinco años tal vez? Qué más da, dicen que el amor dura siete años... ¿Serías capaz durante siete años de entregarte a alguien sin reservas, de darlo todo, sin limites, sin dudas ni temores, sabiendo que a esa persona a la que quieres más que a nada en el mundo olvidará casi todo lo que habéis vivido juntos? ¿Aceptarías que tus atenciones, tus gestos de amor se borraran de su memoria, y que la naturaleza, a la que le horroriza el vacío, llenara un día esa amnesia con reproches y anhelos no cumplidos? Consciente de que todo ello es inevitable, ¿encontrarías pese a todo la fuerza de levantarte en mitad de la noche cuando la persona a la que quieres tiene sed, o simplemente una pesadilla?... Y, al llegar la noche, ¿ignorarás el cansancio, irás a sentarte al pie de su cama para aplacar sus miedos y hablarle de un porvenir que, irremediablemente, vivirá lejos de ti?...

Apenas percibo la música. Hasta mí, sólo llega en forma de susurro la voz de un belga de apellido Brel ("Ne me quitte pas" repite sin cesar) y mi alma sobrevuela la ciudad en busca de aquello que anhela... su voz, el tacto de su piel al acariciarme, el dulce sabor de sus labios, su aroma... ÉL...

No sé si será el fin del verano, el maldito proceso pre-menstrual, o SU ausencia, una ausencia que en el fondo marca la mía propia, una ausencia que en el fondo hace que seamos dos las personas ausentes en este que mundo, un mundo que un día juramos conquistar juntos... 

Melancolía (Del lat. melancholĭa, y este del gr. μελαγχολία, bilis negra) 1. f. Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada.

Los recuerdos, como si de un mar enfurecido se tratasen, golpean contra el rompeolas que sería mi mente, e irremediablemente intentan salir al exterior en forma de lágrima.

Con los ojos anegados por la bruma de mi pasado, de nuestro pasado juntos, contemplo como el último de los bohemios se baja del carro de la melancolía e intenta ser feliz...

...Ser feliz...

...Ser feliz...

...Ser feliz...

Quizás haya llegado el momento... 

Quizás, muy en el fondo, lo mejor para los dos sea decirnos adiós...


...Je te parlerai
De ces amants là
Qui ont vu deux fois
Leurs coeurs s'embraser...